LA PARTE DE ATRÁS

Un poco de gramática etílica


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Nada ni nadie

Busco una calma inalcanzable,
la atmósfera aquí no es fiable.
Quiero estar si solo si solo todo estará bien, que nadie me hable, que no rompan este silencio, es mío.
Hoy quiero sentir el frío.
Vértigo que el mundo pare y me separe del cansancio de vivir así,
harto de fingir excusas.

Musas siento huir de mi, cosas que viví, esta cicatriz de traumas, desangra versos, desarma el alma, es mi verdad maldita, mitad genio, mitad flor marchita que se apaga porque haga lo que haga, el premio no cambiará mi estado de ánimo, es este sentimiento pésimo que me tiene pálido.

Con mis colegas no soy cálido, ya no hay remedio, preguntan que sucede y me limito a mirar serio. Mi amada siente el tedio, dice que estoy distante, me mira y se que ve una decepción constante.

Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo, quiero escapar a mi desierto sin ser visto, salir de este círculo, volar a otro lugar, quedarme quieto, allí la soledad es mi amuleto.

Nada ni nadie hoy me acompaña en este baile, quiero estar solo si solo todo estará bien, que nadie hable, me falta el aire, por una vez que el mundo calle.

Me importa una mierda lo que el resto diga, que se alegren o que me envidien por todo lo que consiga, mi única enemiga es esta mente rota desde crío, abre puertas prohibidas empujandome al vacío, sonrío por compromiso y casi no veo a los míos, mi familia, la gente que más me quiso, con mi rap estoy de luto, no disfruto, es mi veneno, ver que escriba lo que escriba pienso que no soy tan bueno.

Y si pierdo confianza atado a las circunstancias, vago igual que un zombi, temores nunca los vencí, y con Dios mantuve un pacto demasiado triste, el jamás habla conmigo y yo no digo que él no existe, perdiste el norte, yo lo perdí al jugar con miedo, al sentir nervios traicineros, tensando mis dedos, puedo soportarlo, quise esquivarlo, y nada cambia, ahora mi corazón es como un invierno en Finlandia, no queda rabia sólo pena, una gangrena que mis penas pudre, pieza perdida del puzzle, que nació un 1 de octubre y desde entonces vive condenada y loca, rosa espinada, sangra quien la toca.

Quise compañía y obtuve un monólogo, quise un final féliz y me quedé en el prólogo, la droga es el peor psicólogo, nunca curó mi ahogo, sólo quiero correr a otro horizonte y estar solo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Querer creer, creer querer

Tenía que hacerlo, sólo pensaba en volver a reunirme conmigo mismo y vomitar en forma de párrafos el alcohol, la resignación y la melancolía que todavía corren por mis venas...

Es todo tan parecido a como era un año atrás: la gente que me rodeaba sigue siendo la misma, algunos ahora con otro rostro y otro nombre, pero cumpliendo el mismo papel en mi vida. Yo tambien soy el mismo un año después... sigo viviendo deprisa, muy deprisa, para no pensar. Las semanas vuelven a ser tan surrealistas como lo eran antes. Paso el día ausente, melancólico, con resaca, dando vueltas a una cabeza llena de unos pensamientos que semanas atrás eran para mí insignificantes.

Sigo sabiendo al acabar cada día, que el siguiente será igual, y me resisto a que llegue pasando la noche en vela hasta que mi cuerpo dice basta. Físicamente, como un año atrás, el estado de ansiedad continua en el que vivo vuelve a no dejarme comer ni descansar... y mi obsesión, mi obsesión es la de siempre... VIVIR, en todo el sentido de la palabra. Vivir la vida, disfrutar cada segundo, disfrutar hasta del mayor de mis fracasos, porque para fracasar, primero hay que intentarlo... y eso está al alcance de unos pocos valientes.

Cuando el vivir la vida se convierte en el centro de tus actos es imposible no ser feliz... Sí, has renunciado a todo, no tienes nada, pero siempre lo ví muy claro... solo cuando lo has perdido todo eres realmente libre.

Como venía contando las últimas semanas de mi vida han sido surrealistas, he perdido el poco control que tenía sobre mí mismo, pero aun así soy feliz. De nuevo estoy solo, la melancolía se resiste a abandonarme, hoy más que otros días casi me hundo por completo... quizás sea solo un bache, no sé ni que pensar después de enviar rosas para recibir hostias... pero lo tengo claro, soy feliz.
Como un boxeador celebrando una victoria, con los dos ojos morados y la cara llena de cortes... soy completamente feliz. Estoy disfrutando de todas y cada una de las horas de melancolía, de todas y cada una de las hostias que recibo, estoy disfrutando, porque todo tiene su razón de ser, las cosas siempre suceden por algo, y estos baches solo conseguirán hacerme más fuerte, hacerme valorar mejor esos días en los que la melancolía no está ni sobrevuela mi mente, hacerme valorar a las personas que ahora están ahí, en quién puedo confiar, y por supuesto hacer que me quiera más que nadie, que no deje que nada ni nadie me quite la felicidad, ni me aparte del camino para lograrla...

Como imaginaba, escribiendo estas líneas, volviendo a sacar a mi mente todos mis fantasmas para encarcelarlos en estas líneas para siempre, vuelvo a ser yo poco a poco, poco a poco voy llegando a la catarsis...

Miro al cielo, la luna está casi llena, pero esta semana será de luna llena... ya no se avecina una tormenta, la tormenta se ha desatado en mi interio... vienen unas vacaciones moviditas, y para colmo en esta ocasión serán con luna llena...